Capital de Túnez, Túnez es una ciudad situada en el noreste del país donde se mezclan la tradición y la modernidad, en medio de las colinas donde fue construida. Durante su escala en Túnez, llegará al puerto de La Goulette, principal puerto comercial y de cruceros del país. Está a sólo 10 minutos en coche del centro de Túnez. Podrá visitar fácilmente la ciudad a pie durante su día de escala para descubrir su medina, sus mezquitas, sus callejuelas cubiertas, sus tiendas y sus animados zocos, testigos de su auténtico encanto.
Túnez, el país más pequeño del Magreb, situado al norte de la costa mediterránea africana, está formado en un 40 por ciento por desierto y cuenta con 1.300 kilómetros de Costa en la que encontraremos bellísimas playas de fina arena y agua cristalina.
Su principal puerto es la Goulette o Halq al Wadi (en árabe), situado a 10 kilómetros al sudoeste de la capital, en el que no tendremos problemas para desplazarnos ya que cuenta con cientos de taxis amarillos dispuestos a llevarnos de visita por los principales atractivos de la ciudad, eso sí, recuerda negociar el precio antes de subirte.
Túnez se divide en tres partes: la capital (Túnez), una ciudad moderna con amplias calles arboladas y grandes cafés; la Medina con su inconfundible aroma medieval, llena de laberintos y pequeñas tiendas, sin olvidarnos de los imponentes palacios y las magníficas mezquitas; y Cartago, antigua ciudad a 18 kilómetros del centro de la capital, rodeada de bellísimas villas llenas de flores.
La Medina, fundada hace tres siglos y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981, es uno de los lugares más pintorescos de la ciudad y se caracteriza por ser más limpia y menos caótica que otras medinas. En ella podremos visitar el Zoco del Oro, el Zoco de los perfumes, la mezquita de la Aceituna, así como las mezquitas de Ezzituna y Yussef Dey, la primera mezquita otomana.
Otro de los atractivos de Túnez es el museo de Bardo, erigido sobre un antiguo palacio que alberga una de las mejores colecciones del mundo de mosaicos romanos, y Cartago, donde no debemos perdernos las termas de Antonio Pio, que además de ser los baños públicos eran un centro cultural y de reunión muy importante. En Cartago también encontraremos la Colina de Byrsa, enclave que eligió la princesa Dido para fundar la ciudad, la Catedral de San Luis, y numerosas ruinas romanas como el anfiteatro.
Que ver en Túnez
Túnez en un día con sus lugares emblemáticos
El Museo del Bardo es una visita obligada para los amantes del arte y la historia. Este museo arqueológico, que cuenta la historia de Túnez, es uno de los más ricos del mundo en mosaicos romanos.
Los zocos tradicionales de Túnez despertarán sus sentidos, a través de un sinfín de colores y olores, descubrirá muchas tiendas relacionadas con la artesanía, la joyería, la ropa y muchas otras. Podrás comprar numerosos regalos de recuerdo, pero ten cuidado, la regla de oro es negociar bien los precios, para evitar las tarifas turísticas…
Los zocos tradicionales
Situada no lejos de los zocos, se encuentra la mezquita es Zitouna o mezquita del olivo que es una de las más famosas de Túnez y del Magreb. Tiene 44 m de altura y data de 1894, y es un reflejo de la civilización musulmana. También le esperan hermosos jardines en los alrededores, como el Parque Belvedere o el jardín francés Habib Thameur.
Continúe su jornada en la avenida Habib-Bourguib, comparable a los Campos Elíseos de París, con sus cafés, grandes hoteles, tiendas y locales culturales.
Sidi Bousaïd, la pequeña «Santorini» de Túnez
Al norte del puerto de La Goulette, hay un pequeño y pintoresco pueblo que merece la pena visitar si se está en Túnez: Sidi Bousaïd. Este lugar de postal es muy bonito y turístico, recuerda extrañamente a otra ciudad del Mediterráneo, la de Santorini en Grecia. En efecto, sus callejuelas soleadas, el ambiente de descanso que se desprende de ellas le confieren un encanto muy particular. Típicamente tunecinas en su alma y en su arquitectura, las casas de Sidi Bousaïd están cubiertas de un blanco inmaculado como en Grecia y tienen puertas de entrada decoradas con pintura azul y blanca.
Nuestro consejo durante su visita a Sidi Bousaïd: tómese el tiempo de visitar la casa «Dar El Annabi», construida en el siglo XVIII y apodada «el Palacio de las mil y una noches». Este lugar cuenta con un magnífico patio interior, una fragante vegetación y una impresionante vista desde los tejados.
Por último, en Sidi Bousaïd, tómese el tiempo de disfrutar de un té a la menta en el famoso Café des Délices, como canta Patrick Bruel, disfrutará de una magnífica vista del mar, por lo que el Café El Alia es un lugar para relajarse. El té se acompañará de bambalounis (o rosquillas tunecinas) reconocibles por su forma de anillo. Esta pasta se elabora con una masa de harina que se fríe en aceite y se come espolvoreada con azúcar.
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